Ser coherente puede ser uno de los retos más difíciles de nuestra vida, ya que la mentira nos acompaña desde el inicio de los tiempos y todos mentimos aunque esto pueda sonar duro, ¿no crees?
Comencemos por definir, ¿Qué es mentir?
“Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe , se piensa o se siente. Contrario a lo que es verdad”
Parece una definición bastate simple de entender a grandes rasgos, pero nosotros estámos aquí, justamente para desmenuzar estas ideas que podrían parecer tan sencillas.
Expresión contraria a lo que se sabe, piensa o siente, no solamente sería una expresión en el sentido estrictro de la palabra, podríamos referirnos a cualquier acción que este llevada por esta ausencia de verdad.
Seguramente todos hemos dicho alguna mentira piadosa y seguro otras no tan piadosas a lo largo de nuestra vida y es completamente normal, mentir por agradarle a los demás, por pertenecer a un círculo social, por obtener algún beneficio, por no asumir las consecuencias de algo que hicimos, para manipular a otros etc. la lista es interminable.
Conforme los años pasan, adquieres maestría en la mentira y esto se vuelve cada vez más fácil de hacer, incluso vas pulinedo tus formas de hacerlo cada vez mejor.
Cuando la mentira se mimetiza
La cuestión que apremia es cuando, me he dicho por tanto tiempo las mismas mentiras acerca de mi mismo, que incluso ahora se han mimetizado y se han convertido en verdad.
¿Cómo salir de ahí, si nisiquiera se que es “verdad”? ¿Cómo puedo comenzar a descubirir qué es y qué no es verdad?
De nuevo entramos en terrenos complejos, ya qué, ¿Quién define que es verdad y qué no?
Cuando estamos cegados por nuestro propio ego, normalmente buscamos mil maneras de justificar lo que es estamos haciendo para creer que vivimos desde nuestra propia verdad.
Son esas pautas de vida, que en el fondo sabemos que no son lo mejor para nosotros, sin embargo por alguna razón (ego, mecanismos de defensa, sombra, etc.) las jutificamos diciendo cosas como, “de algo de me he de morir”, “vida una” , “total que más da” “es lo mejor para los demás, aunque no lo sea para mi” etc.
En muchas ocasiones esas mentiras se ven muy claramente cuando elegimos algo solo por el placer inmediato aunque eso signifique miedo, ansiedad, tristeza o enojo con nosotros mismos porteriormente.
Ahí en esas emociones que acompañan, es donde podemos comenzar a observar nuestra experiencia y darnos cuenta si estamos viviendo con coherencia o no.
Si vivo en esas emociones son difíciles e incomodas constantemente, si en mi mente me cuento la historia de que según yo “estoy viviendo como quiero” pero al final del día, me quedo con ese sabor de boca amargo, siento que estoy viviendo contra algo, que la vida es una lucha constante y que “ni modo es lo que me toco vivir”, definitivamente todo esto es un indicador de que le falta coherencia a mi vida.
¿Cómo se ve la coherencia en la vida?
La coherencia es aquella relación entre ambas partes o elementos donde no se produce contraindicación ni oposicion entre ellas.
Ser una persona coherente es llevar tu vida lo más alineada a la escencia de tu espritu, es escuchar al corazón e intuición, generar un balance y actuar desde ahí, teniendo la certeza de que es lo correcto.
No me refiere a un correcto moralista, al correcto de la sociedad que dicta lo que está bien o mal.
Me refiero al correcto del corazón, cuando te guía en tu vida una fuerza que viene desde el centro de tu existir es más fuerte que cualquier regla o deber auto impuesto.
La conexión con tu ser, es una conexión divina en donde el dicernimiento es clave para elegir en esta dimensión.
Así que, sí, ser una persona coherente se escucha muy espiritual porque desde mi experiencia personal, lo es, al menos para mí, desde aquí he podido conectar más con mi verdad.
Cuando eres capaz de desmenuzar el origen de tu mentira, te das cuenta por que actuas como actuas, porque haces ciertos comentarios para pertenecer, porque vistes o te arreglas de cierta forma, porque mientes a los que amas pensando que estás “ganando”.
Es cuando te das cuenta que eso es irrelevante, que alguien más se entere o no de tu mentira realmente no importa, por que todo el daño es el que te haces a ti mismo, intentando ser tantas personas al mismo tiempo.
Por una parte aquella persona que hace todo para encajar, por otra parte la que dice que sí a todo, además esta la que nunca se cansa y puede con todo, y al mismo tiempo la que cree que se las sabe todas y a el o ella nadie le ve la cara por que es muy lista (o).
Todas estas personas viven en ti, ¿y depués te preguntas por que acabas tan cansada(o) en el día? Estás intentando interpretar tantos papeles al mismo tiempo, que en el fondo sabes que de nada sirve hacerlo, si al cerrar los ojos en tu noche, ese vacío volverá a acompañarte hasta la mañana siguiente.
Indicador: Confusión constante
Si en la coherencia no se produce oposición, es decir no existen esas fuerzas contrarias empujando de un lado a otro.
La confusión es exactamente lo opuesto, la confusión es sentir como si fuerzas externas a nosotros estuvieran jalandonos de un lado y del otro constantemente, esa podría ser la representación gráfica de la confusión.
Vivir confundido es un indicador muy importante porque nuestro ser nos esta llamando a ser coherentes, por un lado, está la razón donde normalmente habita ego, el estratega que siempre piensa que tiene la razón en todo y por el otro esta la intuición casi sin voz y a medio morir que nos dice, ¡Ey! Aquí no es, muévete.
Hace falta introspección, relflexión y autoconocimiento para suavemente y a veces no tan suave, descubrir lo que cada una de nosotros debe hacer para sentirnos en paz.
No huyas
Mi pregunta para ti es, ¿de qué estas huyendo?, ¿que recompensa obtienes al vivir desde esta mentira?, ¿se llena algún vacio al mentirte constantemente?, ¿cuándo fue la primera vez que lo hiciste y que aprendiste?.
Si sigo mintiendome es porque la primera vez que lo hice, me di cuenta que podia obtener algo a cambio, y ese algo en muchas ocasiones nisiquiera es evidente, esa es tu tarea, descubrir esas cosas que hoy no son evidentes pero que el subconsciente sabe y por eso actua como lo hace.
El día que se hace evidente lo que no lo era, una caja de pandora se abre para nunca volver a cerrarse, en ese momento tu decides que hacer con esa información, seguirte mintiendo o cambiar.
Vivir en coherencia
Vivir con verdad, puede cambiar tu vida, cuando esas mentiras comienzan a caer una a una ante tus ojos, te das cuenta que tus relaciones se empiezan a tornar diferentes, ahora ya no quieres lo mismo.
En el trabajo te sientes otro, porque eres otro, ¡estas cambiando¡, tu forma de entretenerte no es la misma de antes, buscas otro tipo de información, ahora respondes y no reaccionas ante las situaciones de tu vida, te escuchas más y eres más paciente contigo.
Te alimentas de forma diferente, ejercitas tu cuerpo distinto, incluso vives tu sexualidad desde otra perspectiva.
No te digo que ser coherente es la solución a todos tus problemas, por que eso no existe, la única solución siempre serás tu, si embargo ser coherente es el primer paso para vivir una vida más dichosa.
En ese proceso de depuración saldrán muchas situaciones, que te aseguro nisiquiera pensabas que estuvieran presentes en tu vida.
De la mentira a la vida…
La mentira divide, la mentira te divide, te fragmenta y esa fragmentación solo puede venir de un lado, del ego, ese que piensa que somos separados, que allá afuera somos yo, tú y los demás.
La coherencia es igual a unidad, en la unidad no hay fragmentación y sin fragmentación no hay ilusión de separación.
En la coherencia somos todo con el todo y esa sensación de vacío que te visita noche tras noche no existe, porque no hay nada que haga falta si estás completo.
Date la oportunidad de vivir desde la coherencia y comienza a amarte desde la unidad.
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