¿Qué se hace con un corazón roto?

Enamorarse, una de las cosas más bellas que nos pueden pasar en esta existencia humana, ¿Quién no ha sentido esas mariposas en estomago?, ¿La emoción incesante de encontrarte con ese alguien?, o ¿Recibir mensajes todo el día que terminarán en horas de conversación? esto resulta fascinante casi para cualquiera, pero ¿Qué pasa cuando nos rompen el corazón?

Un corazón roto puede ser un gran dolor para quien lo experimenta, pues no hay manera de sanar rápidamente, aunque ese sea nuestro deseo más profundo. Dejar de sentir esa añoranza constante por lo que fue, extrañar constantemente esas situaciones que disfrutábamos vivir, incluso comenzamos a idealizar a las cosas o a las personas.

El dolor del corazón puede vivirse de muchas maneras. Porque una relación que apreciábamos termina, porque algo no salió como esperábamos, porque alguien no fue lo que pensábamos, porque las situaciones no nos beneficiaron, etc. etc.

En pocas palabras.

Podríamos resumir que el corazón se rompe cuando nuestra realidad no encaja con las expectativas que teníamos puestas.

Idealizar es igual a distorsionar

La idealización es un factor importante al momento de intentar “superar” una relación. Algo pasa en nuestra mente que constantemente distorsiona los recuerdos a su parecer e incluso de acuerdo a su estado de ánimo.

Es como si “alguien” más tuviera el poder de decidir sobre como observamos los hechos que vivimos. Un hecho es un hecho, con o sin corazón roto, el significado de lo que acontece tu se lo adjudicas.

Hasta este punto, esta claro que depende de la interpretación que yo le de a las situaciones o eventos que vivo para vivir o no en sufrimiento o alegría, sin embargo cuando hay un corazón roto ¿Qué se hace?

Podríamos hacer muchas cosas, como, por ejemplo: ser objetivos y hasta cierto punto “fríos”, intentando racionalizar todo lo que ocurre, para dar vuelta a la página lo antes posible.

No somos así, somos seres humanos.

Actuar como piedras, sería una completa mentira y para eso no hay otro nombre más que evasión o bloqueo. Es imposible no sentir por que las emociones, sobre todo las desagradables tienen grandes enseñanzas ocultas para cada uno de nosotros.

Cuando algo que consideramos valioso según nuestra percepción, se ve amenazado es completamente normal sentir enojo, tristeza, dolor, impotencia, intolerancia etc. etc, esas emociones son mensajeros que nos recuerdan que hay algo que atender ahí.

¿Qué significa atender a mis emociones?

Significa ocuparnos de eso que nos agobia hoy, que es exactamente lo contrario a evadir, significa escucharme y dejarme SENTIR.

Así que, te voy a compartir una herramienta para esos momentos de emociones difíciles y sobre todo para momentos cuando el corazón duele.

PRACTICA R.A.I.N

  • Reconoce la emoción: Nómbrala y observa cómo la sientes en el cuerpo
  • Acepta la emoción: Recíbela como un visitante pasajero
  • Investiga sobre tu emoción: ¿Qué pensamiento hay detrás?, ¿Cuáles son patrones que se repiten?, ¿Cuándo fue la primera vez que experimentaste esta emoción?, ¿Qué recompensa obtienes cuando te sientes de esta manera?
  • No te identifiques: Tu no eres ese dolor, rabia, ira, tristeza, desilusión, impotencia, desánimo etc que estas experimentando, cualquiera que sea la emoción difícil, tu no eres esa emoción, ellas son pasajeras.

Recuerda que todo es temporal, y esto tambien pasará.

Pero ya enserio, ¿Qué se hace con un corazón roto?

Me gustaría decirte que hay una manera en la que ese dolor no se siente, pero no es así.

Deja que te duela, deja que esa emoción que no me gusta sentir aparezca con todo su esplendor, libérala. Existen muchas formas de hacerlo y la más común es el LLANTO, esas lágrimas que limpian, purifican y nos liberan, deja que surjan.

Mientras estés pasando por tu proceso, y te sientas con ganas, comienza a cuestionarte, observa la situación que estas viviendo, te darás cuenta que existen patrones que repetimos constantemente en nuestros comportamientos a lo largo la vida, y estos tienen su origen casi siempre desde la infancia.

Si es necesario acércate a un profesional de la salud mental, emocional o espiritual, en muchas ocasiones necesitamos que alguien más nos ayude a observarnos desde afuera para tener una perspectiva diferente.

Si quieres y resuena contigo, puedes agendar tu primer acompañamiento conmigo aquí.

Expresa lo que sientes
Expresa tus emociones

Tu mejor amiga

Tu mejor amiga en esos momento de corazón roto, puede ser la meditación por que a través de ella, lograrás tener esa observación más objetiva y clara de lo que estás atravesando, la meditación te ayuda a ser el testigo silencioso que no toma partido acerca de nada y simplemente observa.

Meditar puede darte un gran alivio, ayudarte a bajar tus niveles de ansiedad y estrés.

Conclusión:

Es inevitable no sentir dolor a lo largo de nuestra vida, y cargar con corazón roto puede ser agotador, la buena noticia es que depende de ti el tiempo que te permitas vivir desde el sufrimiento.

Esa sensación de punzada en el pecho te acompañara por un tiempo, pero siempre hay estrategias que ayudan a aminorar ese dolor, y con la disposición y tiempo para trabajar en ti, esa sensación desaparece para darle paso a nuevas experiencias de amor.

Es a través del contraste de las situaciones que aprendemos a valorar el mundo que nos rodea. Siéntete bendecido por tener la capacidad de sentir cada emoción en tu cuerpo y tu vida, ahí es donde esta la riqueza del aprendizaje.

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