Cambio, ¿Por qué duele tanto?

Me ha costado tiempo escribir acerca de estas líneas ya que, más allá de querer venir a explicarte un poco de la teoría y las explicaciones científicas, este es un tema que a nivel personal últimamente he vivido muy de cerca, el cambio es algo inevitable así que más vale comprender un poco acerca de sus contenidos y formas.

¿Pero qué significa cambiar?

La palabra cambio viene del latín cambium que significa “dar una cosa por otra”, desde este punto podemos entender que el cambio a nivel psicológico y social hace referencia a una transformación o transmutación.

El cambio como proceso

A lo largo de nuestra vida es normal que experimentemos cambios, algunos pueden ser sutiles y manejables, otros serán significativos y necesitaremos de muchas más herramientas emocionales para enfrentarlos.

El cambio no se da de un día a otro, aunque en ocasiones pareciera que así es, la realidad es que todo trae consigo un proceso que puede ser o no visible para nosotros, sin embargo, eso no significa que no este sucediendo.

Observa – te

Cuando nos observamos a nosotros mismos, podemos ser capaces de mirar el proceso que está ocurriendo, darnos tiempo para observar los procesos puede ayudarnos a irnos acostumbrando a nuestras nuevas transformaciones de vida.

Un cambio sutil puede ser desde un cambio pequeño en tus hábitos diarios de alimentación, dormir a tus horas, dejar algún vicio, comenzar a leer etc.

Los cambios sutiles son aquellos en donde sientes el control de lo que estás haciendo y tu nivel de apego es mucho más manejable, esto es completamente subjetivo ya que depende de la situación de cada persona.

Por el contrario, un cambio radical o significativo, puede ser un cambio de residencia, la muerte de un ser amado, la presencia de una enfermedad crónica en tu vida, el termino de una relación de años etc.

El cambio llega justo en el momento en que el ciclo de la situación o acontecimiento debe terminar a veces por elección propia y muchas otras no.

El apego como indicador de cambio

Nos gustaría pensar que todo lo que ocurre en nuestra vida es para mejorar y lograr vivir una vida con mayor bienestar y equilibrio, sin embargo, cuando el proceso de transformación esta ocurriendo la mayor parte del tiempo el humano lo experimenta desde el dolor.

Y es completamente normal, por que sentimos apego que viene del ego, el cual nos hace aferrarnos a las personas, situaciones, cosas etc. pero también nos permite al mismo tiempo tener un sentido de pertenencia y comunidad el cual nos enriquece como personas e impulsa a ayudar a otros.

La paradoja del cambio

Así que una vez que nos encontramos ante la disyuntiva de que, lo mismo que nos puede ayudar a ser inmensamente plenos es lo mismo que al aferrarnos a ello nos traerá sufrimiento.

Ten la capacidad de tomar todo lo hermoso que llega tu vida, agradécelo vívelo y gózalo, sin embargo, cuando llegue el momento y te aseguro que llegará ten la capacidad de soltar porque en el momento que deba irse se irá, y entre más te resistas a lo que debe ser, más sufrimiento te causará.

Dicen que la cantidad de sufrimiento es proporcional a la cantidad de resistencia que ponemos antes las cosas que nos pasan.

Ríndete a la transformación

La resistencia es aquella fuerza casi invisible que está constantemente presente en nuestra vida de una manera silenciosa.

Es como seguir sosteniendo y apretando algo que ya se siente incomodo, pero que no sabemos como dejar ir, por que el hacerlo significaría enfrentarme a mis miedos, inseguridades y dolores.

Dejar de pelear también es de sabios, rendirte no es fracasar, rendirte es escucharte, es comprender que no tienes el control de las cosas que suceden y que permanecer muchas veces duele más que transformarte.

Seguramente ambas cosas duelan, la diferencia es que al transformarte cambias y eso implica la evolución de tu ser, y permanecer de la misma forma es estancar un proceso natural e inevitable de la vida.

Vive tu dolor

Se dice fácil suelta y deja ir sin embargo, todos los que hemos estado en ese proceso sabemos que para nada es sencillo, de hecho esto es una de las maestrías más grandes a la que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida.

El hecho de que soltemos no significa que no duela, al ser seres con apego este nos invita a vivir un proceso de duelo que es necesario.

Vivir nuestras emociones es parte hermosa de lo que nos hace ser humanos, así que no evites sentir lo que sea que debas sentir.

Nuestras emociones son mensajeros que nos recuerdan que estamos vivos, y la mejor parte es que podemos aprender a gestionarlas.

Momentos difíciles

Si estás pasando por un momento de cambios complicados en tu vida, exprésalo contigo y con tu entorno, llora lo que debas llorar, el llanto sana, limpia y libera.

Siente lo que debas sentir y cuando estés listx suelta, suelta a través del cuerpo, muévete, toma el sol, escribe, lee, grita, háblalo con tus personas de confianza, pide ayuda profesional.

Recuerda que por muy difícil que parezca, todo es temporal, incluso la vida misma y esto que estás viviendo el día de hoy también va a pasar.

El sol sale todos los días, vale la pena cambiar

Y un día cuando te despiertes de nuevo, volverás disfrutar el sol en tu cuerpo y el viento en tu cara, tendrás la certeza de que todo lo que has vivido te ha traído a aprender lo que sabes hoy, quizás amarás con mayor libertad y te entregarás por completo por que estará presente en ti el recordatorio de que todo es temporal.

Vivirás esa impermanencia que en el fondo te causa una tristeza profunda e inevitable por todo lo que dejará de ser, pero al mismo tiempo te recuerda que vale la pena entregarte al momento, porque entiendes que ese preciso instante es lo único que tienes.

El sol volverá a salir, por que ha salido todos los días desde que estás aquí, solo que tu atención estaba en otro sitio.

Ama tus cambios, abrázalos e incluso en el dolor agradece por que estás vivo, formando parte de la espiral que nos enseña lo que sea que signifique esta experiencia.

Ten la esperanza de que todo mejorará, aunque el día de hoy no sepas como hacerlo, en tu proceso de transformación todo es valido por que es tu proceso y nadie más sabe lo que siente más que tu, date el permiso de sentir, por que quien se da permiso de sentir se da permiso de vivir.

“Creo que todo se resume a una elección, dedicarse a morir o dedicarse a vivir”

Sueño de fuga

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