Actualmente es más común de lo que crees, sobre todo si eres mujer, pues el hecho de que estemos integradas al mundo laboral y tengamos más opciones para decidir sobre que hacer o no de nuestra vida, también ha abierto la pauta para cargar con el nuevo peso social de ser independiente.
Seguramente has oido frases como: ¿querian igualdad no?, ya no necesitas mi ayuda tu ya puedes hacer todo sola, son expresiones usadas generalmente por hombres para resaltar muchas veces en forma de sarcasmo, la independecia con la intentamos vivir ahora.
Ser independiente también es ir en contra de las normas preestablecidas que nos dijeron lo que significaba ser mujer, ser independiente implica también las renuncias a otras formas de vida, ser independiente significa que tus mismas mujeres te rechacen por dejar de cumplir con las lealtades de tu arbol familiar. Ser independiente muchas veces no es lo que parece, implica también responsabilidad y costos adjuntos, por esta razón la independencia mental, económica, emocional, espiritual no es para todos.
Para mí ser independiente es ser libre, sabiendo que la libertad es un tratado que incluye todas sus complejidades sin embargo el que sea paciente y constante recibirá sus dulces frutos.
He tenido la oportunidad de probar ese fruto y en varias ocasiones y me causa una satisfacción irremplazable, yo si estoy dispuesta a enfrentar esos retos con tal de sentir que solo es un paso más hacia mi libertad.
¿Cómo Saber Si Mi Libertad «Esta Bien O No»?
Eso lo van a determinar tus creencias acerca de lo que defines como la forma de vivir tu vida, pero recuerdo que todo ello es completamente modificable en la medida que te permitas cuestionarte.
Sin embargo puedes utilizar como medidor de la libertad el siguiente punto.
¿Mis acciones perjudican a otros de manera directa?
Sinceramente esta pregunta puede tener dos filos ya que, por un lado te dará la cofianza para actuar sin culpas al saber que no perjuficas a nadie y por otro lado si no tienes bien cimentados tus límites personales sera muy fácil que alguien más te chantajeé diciendote «me dañaras si no haces/eres/piensas lo que a mi me gustaría»
La libertad que conlleva ser independiente tambián está ligada a la sabiduría con la que llevemos nuestra vida, y el discernimiento será tu mejor guía para actuar desde la mayor asertividad que te sea posible.

Así que, la próxima vez que sientas que deberías ser menos «libre», no te preocupes es normal sentirte así, pues hemos estado reprimidas a lo largo de multiples generaciones, y ese miedo que sentimos también es el peso de nuestros ancestros que se carga sobre nuestros hombros.
Por esta misma razón sientete orgullosa de que hoy tu sí puedes ser libre, de que hoy estás rompiendo con años de opresión y la mejor manera de demostrarlo no es diciendo «no necesito tu ayuda» es más bien reconociendo que tengo todas las capacidades de hacerlo por mi cuenta y hoy decido que quiero hacerlo a tu lado, tiniendo la certeza de que estár o no contigo no me determina como ser independiente.
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