Hoy siento que la vida que quiero es posible. Hoy siento en esta calma interior que cada esfuerzo que hago tiene un sentido, cada respiración que doy es un motivo. El motivo en sí mismo, hay grandeza en cada espacio de existencia y hoy lo he podido sentir dentro de mí, vale la pena vivir. Vale mucho el esfuerzo, valen las lágrimas y los momentos de confusión, vale la pena perderte, vale la pena permitirte no saber.
En esta calma profunda, en este lento comenzar encuentro que la vida es sencilla si estamos dispuesto a mirar. La vida nos encanta complicar, quizá por deporte o por simple necedad.
La vida vale la pena andar por que más que pena, solo se tratar de caminar sin correr. La prisa en una cárcel donde pareciera que todo lo que haces jamás suficiente será, siempre se necesita más. Hoy he dejado de correr por que la verdad de la vida, calma es.

La calma es toda la presencia
Calma no significa, indiferencia…calma es toda la presencia. Calma es una certeza interior de que todo está en su lugar por qué has dejado de pelear, has dejado de luchar contra lo que solo es. La calma es un privilegio al cual se accede quizás después de una lucha endemoniada, una lucha en la que te has dado cuenta que no se trata de ganar, jamás se trató de ganar, era simplemente la oportunidad de mirarte a los ojos verdaderos de tu ser y aceptar. Aceptar con tu amor más posible que, no eres más que un humano intentando descifrarse a si mismo.
¡Estas aquí me digo a mi misma! ¡estás aquí¡Hoy, de pronto solo estar, es suficiente. Todo es suficiente y yo soy parte de esa bastedad por que viene conmigo. No estoy separada, soy parte de todo lo que soy y lo que me rodea. Y aunque la angustia y tristeza me visiten en la noche, no temo pues estoy conmigo permitiéndome explorar la energía en movimiento que habita en mí.
Mis emociones son aliadas de mi calma, aliadas de mi paz. Bendecida soy por la dualidad que reflejo, por los matices profundos y distintos que puedo sentir y al momento siguiente la marea va bajando y observo. La calma ha vuelto a mí, en compañía, en soledad en cualquier momento mi calma está.
Gratitud profunda me invade ahora. Gracias por todo. Al final solo queda la gracia, la gracia de existir. La gracia de existir conmigo…contigo.
conecta conmigo, me interesa saber que piensas cuando lees lo que escribo. 🙂