Y de pronto de abrume …
Sentí el peso de mis objetivos, sentí el peso de mis propósitos, sentí que fue demasiado y eso me asusto.
De nuevo me vi parada en un lugar donde ya he estado antes, aquí donde se siente miedo a lo que vendrá, aquí donde no me creo suficiente y siento que el mundo se me viene encima, después dejo que así sea, me sumerjo en ese pensamiento/emoción y aquí permanezco.
Aquí donde me comparo, donde miro a los demás y me observo a mi, donde ser, tener o lograr todo lo que ellos si tienen, me pesa.
Reconozco que muchas veces para comenzar en el camino de cualquier proyecto es necesario saber donde estoy parado y entonces después saber hacia donde voy, y es que eso lo hemos aprendido desde la comparación, desde el reconocimiento de que el de afuera no es igual a mi, eso me hace sentir diferente pero muchas veces vacío por esta necesidad incesante de pertenecer todo el tiempo, y sobre todo la creencia de que existe una separación.
Lo interesante de esto es cuando yo le adjudico un juicio o significado a la experiencia que estoy teniendo, la cuál me hace sentir menos valiosa, menos reconocida, poco suficiente lo que me lleva a sentirme abrumada, sentir que es demasiado y no podre lograr “lo que sea que tenga que lograr”.
Después de esto, me digo a mi misma, suelta, déjalo ir, no te ancles al pensamiento y la emoción ellos solo son visitantes, tu no eres esa comparación, tu eres lo que tienes o logres.
RECUERDA, RECUERDA
Hoy quiero que recuerdes tu propósito fundamental, que recuerdes tu sentido de vida, recuerda que tu sentido es algo más profundo, algo que nada ni nadie puede perturbar o modificar, recuerda tu poder.
Esta experiencia adjudicada y cargada de emocionalidad es una trampa más del ego, que viene aquí de nuevo para mostrarme y enseñarme de lo que estoy hecha.
Así que te comparto, lo que me que queda de esta reflexión, así que, si algo te abruma ahora, esta bien, deja que así sea.
Pasos para estar abrumado y después dejar de estarlo.
- Abrúmate y siente, deja que esa sensación te invada
- Reconócela en tu cuerpo, ¿en que parte la sientes más?, descríbela.
- Observa como se comporta esa emoción/pensamiento
- Prepárate para dejar ir, así como abrazas tu emoción ahora suéltala, pero, ¿como, por qué? no puedo hacerlo… sí, así es, eso pasara por tu mente y esta bien.
- Recuerda y reconoce una vez mas, repite este paso infinitamente, cada que sea necesario.
Recuerda tu valor, reconoce que no eres nada de lo que haces o dejas de hacer, recuerda que ya eres un ser amado y valioso solo por ser, que no necesitas demostrarle nada a nadie para merecer amor y respeto, por que la existencia más valiosa eres tú y tu te procuras en todo sentido, aceptas y sueltas todo lo que te sucede por que eso solo es una experiencia más en tu vida, recuerda que solo tu tienes el poder de adjudicarle un juicio cualquiera que este sea.
Suelta y confía en tus habilidades para hacerle frente a esos “visitantes” y después de todo esto, siéntete ligero y goza tu proceso, por que aquí esta tu vida, aquí esta tu existencia.